domingo, 10 de mayo de 2015

" EL CAMINO PORTUGUÉS Y EL CAMINO DE MUXÍA Y FISTERRA"

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      El viaje lo comenzamos en Lisboa, y una vez en Santiago de Compostela, continuamos por el Camino de Muxía para finalizar en Fisterra como en otras ocasiones. En todo momento seguimos la señalización oficial o flechas amarillas, siendo esto bastante mas sencillo que en otros caminos, puesto que el Camino Portugués es ciclable prácticamente es su totalidad, al consistir este en pistas de tierra, pistas asfaltadas y carreteras con poco tráfico, aunque de vez en cuando tendremos que pedalear por algún tramo o cruce con bastante trafico y por consiguiente con bastante peligro
      La señalización es bastante buena de Lisboa a Oporto, y excelente de Oporto en adelante. Tal vez, en la primera parte del viaje las flechas amarillas se encontraban un poco borrosas, imagino en espera de ser renovadas.
      En cuanto a los lugares de pernocta, tan solo decir que en la primera parte del viaje no existen albergues específicos para peregrinos, pero esto se solventa con facilidad mediante la hospitalidad de los Bombeiros Voluntarios en algunas localidades, u otro tipo de alojamientos, como albergues y pensaos, bastante económicos en lineas generales.
      El Camino Portugués es el segundo más realizado por los peregrinos detrás del Camino Francés, pero eso sí, empezándolo desde Tui. Tradicionalmente, aquellos peregrinos que querían comenzarlo desde el pais vecino, solían hacerlo desde Oporto, ya que a unos treinta kilómetros de esta localidad, en Säo Pedro de Rates, estaba el primer albergue especifico para peregrinos, no existiendo antes de esta localidad establecimientos de esta caracteristicas.
     Desde Lisboa aún son pocos los viajeros que comienzan su peregrinación, aunque cada vez el número va en aumento, al igual que el número de lugares de acogida destinados a ellos.
      Puesto que del Camino Portugués desde Lisboa, es de los que menos información hay, intentaremos incluir algunos lugares de pernocta para ayudar en lo posible a aquellos viajeros que estén preparando este bonito viaje.

LA GUÍA: tan solo tengo noticias de la existencia de dos guías y una de ellas bastante desactualizada, por ello utilizamos la guía de Antón Pombo (Editorial Anaya), la cual está bastante puesta al día, exceptuando algunos albergues que han abierto recientemente.

LA RUTA: nos salieron 814 km desde que el bus nos dejó en la "Estación Parque das Naciones de Lisboa" hasta que llegamos al "Cabo de Finisterre", donde pusimos fin al viaje (también están incluidos en estos kilómetros, algunas pequeñas perdidas en las que tuvimos que volver a encontrar el camino correcto).
      La ruta transcurre mayoritariamente por zonas rurales a través de pistas y caminos de tierra, pistas asfaltadas y carretera asfaltadas y empedradas con poca afluencia de tráfico. Sin embargo, en determinados puntos como la salida de Lisboa, Oporto y algunas otras zonas de Galicia, nos veremos obligados a circular por vías y cruces con bastante peligro.

 ADVERTENCIA; teniendo en cuenta a la gran velocidad a que se circula en Portugal, es prácticamente imprescindible tanto para los cicloperegrinos como para los caminantes, llevar un chaleco reflectante, salvo que se quiera correr el riesgo de que el viaje dure bastante menos de lo previsto y queramos ver al Apóstol en persona.

LA COMIDA: Portugal es un país bastante económico, razón por la cual, tanto si decidís comprar la comida en supermercados, como si os inclináis por comer de menú, notareis que los precios son bastante económicos y asequibles.

LA ÉPOCA ELEGIDA; nosotros comenzamos el viaje el 16 de abril y lo concluimos el 5 de mayo. Esta época es ideal debido a la frondosidad del camino y a la ausencia calor. En todo el Camino Portugués apenas nos llovió levemente, aunque de Santiago a Muxía y Fisterra. nos cayó bastante agua encima, pero en contrapartida, los paisajes estaban verdisimos y espectaculares.

LUGARES DE PERNOCTA;

      Desde Lisboa a Säo Pedro de Rates, desde donde de forma regular comienza a haber albergues específicos de peregrinos, existen las siguientes opciones:
       - Acudir a los Bombeiros Voluntarios en aquellas localidades en que existan, viniendo detalladas estas en la guía ya mencionada. El permitir la pernocta es opcional, y en caso de que haya consentimiento, esta sería gratuita.
     -Establecimientos y albergues que aunque no son de peregrinos tienen precios bastante interesantes (unos 15 euros).
        - Albergues de peregrinos recientemente abiertos, y que por consiguiente no figuran aún en las guías.

      Detallamos a continuación algunos lugares donde pernoctar:

-LISBOA: Albergue 5 Sins Chiado Hostel sito en Rua do Carmo nº76- 1º, por 15 euros. Esta en pleno centro de la zona antigua de Lisboa.

-SANTARÉM: Hostel Nº1 Rua dos Combatentes nº80 (cuenta con albergue por 15 euros, lugar donde dejar bici, y es espectacular y comodisimo como albergue).

-TOMAR: En esta población nos acogieron muy amablemente los Bombeiros Voluntarios, aunque en una de las calles principales que llegan a la plaza más céntrica de Tomar, existe un establecimiento hoteleros adaptado a albergue  por 15 euros Rua da Serpa Pinto nº 43.

-ALVORGE: cuenta con un albergue de peregrinos de reciente construcción junto a la iglesia del pueblo. El encargado es el chico que regenta el único bar existente en la plaza del pueblo. Es magnifico y el preco es el donativo que cada cual peda dar.

-COIMBRA: Albergue de Peregrinos Raiha Santa Isabel, ubicado en el Monasterio de Santa Clara y cuyo precios son 8 euros.

-ALERGARIA-A-VELHA: Albergue de Peregrinos Rainha D. Teresa, sito en Rua Bernardino Maximo de Albulquerque s/n y con tfno:234 52 97 54.

-OPORTO: no existe albergue de peregrinos, pero es facil encontrar una pensión por unos 30 euros la habitación doble o 20 euros la simple.

-Parroquia de S. Salvador de Variäo en Vila do Conde ( a unos 16 km de Oporto): cuenta con un albergue de 60 camas y precios el donativo.

-BARCELOS: Albergue de Peregrino Cidade de Barcelos, sito en Rua Miguel Bombarda nº36.

.PONTE DE LIMA: Albergues de Peregrinos Casa do Arnado sita en Largo Alexander Herculano (justo al otro lado del puente). Se trata de un precioso establecimiento por 5 euros la pernocta.

-VALENCA DO MIÑO: Albergue Santo Teotónio, Avda. Jose María Gonzalves (50 plazas, expiden credencial, donativo).

.-RUBÏAES: Albergue de Peregrinos de Säo Pedro de Rubiäes, situado en las antiguas escuelas telfno:917 164 476 con un coste de 5 euros.

-TUI: Albergue de Peregrinos, sito en C/ Párroco Rodríguez Vázquez s/n (detras de la catedral) con un coste de 6 euros.

-O PORRIÑO; Albergue Publico, sito en Avda. de Buenos Aires s/n, junto al rio Louro. Cuenta con 52 plazas, cocina y sitio para bicis (si no hay nadie en el albergue, las llaves se recogen en la Policía Municipal)

-MOS; Albergue Municipal con 16 plazas, cocina y lugar para dejar las bicis.

-REDONDELA; Albergue Publico Casa da Totte, esta situado en Praza de Ribadavia, ocupando un monumento del siglo XVI. Cuenta con 42 plazas, cocina y lugar para las bicicletas.

.PONTEVEDRA: Albergue Público a la entrada de la ciudad y muy cerca de la estación del ferrocarril y bus (6 euros).

-SAN ANTONIÑO: Pensión Meli a 20 euros la habitación doble ( telf. 986711007).

-CALDAS DE REIS: Albergue Posada Doña Urraca, sito en Campo da Torre nº1, 36 plazas y 6 euros.

-PADRÓN: Albergue de Peregrinos sito en Costaliña do Carne s/n (6 euros).

.SANTIAGO DE COMPOSTELA: Albergue Residencia Seminario Menor ( 12 euros).

-NEGREIRA: Albergue Público de 22 plazas y 5 euros.

-OLVEIROA: Albergue Público y 5 euros.

-MUXÍA: Albergue Público y 5 euros.

-FINISTERRE: Albergue Público y 5 euros.



PEDALEANDO AL RITMO DE UN FADO




      El autor de la guía que utilicé en este Camino, decía en algún lugar de ella, que si "El Camino Francés" representa la épica, "El Camino Portugués" es la lírica. Ninguna definición me hubiese parecido más acertada. Algo de poético tiene este viaje a través de las entrañas del país vecino, para que kilómetro a kilómetro vaya calando en el alma del  viajero, y nada más dejar atrás tierras portuguesas, sentir una infinita nostalgia, tan honda como la que destilan los bellos fados que a buen seguro escucharemos en nuestro viaje. Sus pintorescos pueblecitos adornados por esbeltas y desenfadas iglesias vestidas de azulejería azul, sus monumentos de lineas elegantes y amables, sus enigmáticos bosque de eucaliptos y robles, sus sierras misteriosas y sus gentes graves pero amables, serán como notas musicales esparcidas por esa bella partitura en que se convertirá vuestro viaje.

                                 
                                       Resultado de imagen de bandera de portugal


EL VIAJE A LISBOA

      Salimos de Talavera de la Reina a las 9:00 horas en bus (Auto Res) camino de Badajoz, donde a las a las 17:00 horas haríamos transbordo camino de Lisboa. Llegamos a la 18:30 horas a la estación sita en Parque das Naciones. De la estación al centro de Lisboa, hay uno 10 km que hicimos por una Avda. con intenso trafico, hasta dar con un carril bici que prácticamente nos dejo en la Plaza del Comercio de Lisboa, lugar emblemático este, y punto de referencia de la capital portuguesa.
      Podríamos habernos quedado en el Parque das Naciones y ahorrarnos los 10 km de ida al centro de la capital, y posteriormente otros 10 km de vuelta, puesto que el camino pasa por allí, pero queríamos empezar desde la Sé de Lisboa ( catedral), lugar desde donde se considera que comienza el Camino Portugués.
      Hay que decir que las bicicletas las transportamos en los maleteros del autobus sin que nos pusieran ningún tipo de problemas, únicamente pagar en Badajoz un suplemento de 10 euros por el transporte de estas.
                                              La Sé de Lisboa: inicio del "Camino Portugués"
                                                   Aquí comienzan las flechas amarillas



                                     Llegamos a la Plaza del Comercio, centro simbólico de Lisboa,
                                     con "El Mar de la Paja" o desembocadura de río Tajo al fondo



La Plaza del Comercio



                                                       
Las empedradas y bucólicas calles de Lisboa



                                                            El Mar e la Paja al fondo



                                               Atardece desde el Castillo de San Jorge



      Siempre es una delicia pasear por Lisboa, a través de sus calles empedradas y detenidas en el tiempo. Cuando el viajero camina al atardecer por la Alfama o barrio judío, junto a los muros del Castillo de San Jorge, parece como si de algún recodo de sus pintorescas calles, fuera a aparecer un antiguo hidalgo camino de su navío anclado junto a la plaza del comercio, con destino al nuevo mundo o a cualquier otro punto del planeta del que los portugueses fueron amos y señores.
   


                                               1ª ETAPA: Lisboa-Santarém  100Km




      Estamos ante una larga etapa marcada por la salida de Lisboa, asunto este que llevará bastante tiempo, en contrapartida, decir que la etapa es prácticamente plana en todo su recorrido, excepto la larga y dura subida que nos conducirá a Santarém como final  de la etapa.
Comenzamos a pedalear y lo hago con un fuerte dolor de tobillo: tres días antes me torcí el tobillo derecho, provocandome una fisura en el peroné. En lugar de guardar reposo decidí probar suerte e intentar el viaje, al fin y al cabo, pedaleando apenas me molestaba, cosa muy distinta era cuando tenía que caminar sobre todo por terreno irregular (el empedrado de las calles de Lisboa, ya me provocó algún que otro susto).
                                                                  Mi maltrecho pié



      Comenzamos a pedalear desde la Sé de Lisboa, donde comienzan las flechas amarillas. Debemos de circular con enorme cuidado, pues muchos tramos son en dirección prohibida. Salimos del casco antiguo lisboeta con mas facilidad de la prevista, y en un plis plas nos encontramos en Parque das Naciones, lugar este, en donde ayer nos dejó el bus.

                                             Desde la Sé comienzan las flechas amarillas



                Acercándonos a "Ponte Vasco de Gama", poco mas allá de Parque das Naciones



                                                          " Ponte Vasco de Gama"




                                          Pasarelas de madera que evitan la penosa circulación
                                                                por zonas arenosas

 
      Una vez pasado el "Ponte Vasco de Gama", seguimos por terreno llano y fácil, a veces por pistas de tierra, otras por pasarelas de madera..., pero siempre circulamos alejados lo mas posible de los núcleos de población. Pasado Sacavém, donde habrá que prestar la máxima atención para no perder las flechas amarillas, seguimos por zona de campo, donde circulamos por un estrecho y resbaladizo sendero que nos pone perdidas las bicis de una barro pegajoso y difícil de quitar, hasta salir finalmente a zonas más fáciles de ciclar a la altura de Alpriate, para finalmente llegar a Alverca do Ribatejo donde paramos a comer algo.


                                                         Estrechos y embarrados senderos




                                                   Zonas difíciles que nos llevan a Alhandra



      Seguimos camino de Azambuja por zonas limítrofes con el río Tajo, y siempre por anchas pistas de tierra o empedradas, que nos llevaran a esta localidad, tras pasar por pequeños pueblecitos como Vila Franca de Xira, Carregado y Vila Nova da Rainha.




                Camino de Azambuja por zonas habilitadas para evitar los humedales del Tajo



                                                         Seguimos por ancgas pistas de tierra



                                         Y por lugares marcados por su cercanía con el Tajo



      Desde Azambuja a Santarëm, seguimos por terreno llano que atraviesa zonas agrarias mediante pistas de tierras y pistas asfaltadas con escaso tráfico. La zona a atravesar estará salpicada de quintas, así como de viñedos y olivos. Empieza a atardecer y el viaje sería una delicia, de no ser por la acumulación de kilómetros y el consiguiente dolor de culo.



                                                        Pistas de tierra anchas y llanas



                                                              Ya  cerca de Santarém


      Y antes de llegar a nuestro destino, nos resta una larga y pendiente subida que con mucho esfuerzo nos llevará a la bonita localidad de Santarém.




                                                                Santarém de noche



                                                         Otra imagen nocturna de la ciudad


      En Santarém no hay albergue de peregrinos, pero en la Rua dos Combatentes nº80, existe un complejo hostelero ( Hoste Nº1), el cual tiene un magnifico albergue por 15 euros. También se puede echar mano de los Bombeiros Voluntarios para que nos dejen de dormir en sus instalaciones, el problema es que sus instalaciones están a 4km de la ciudad.



                                                  2ª ETAPA: Santarém-Tomar 75,58 Km




                                                 Santarém desde la azotea del albergue


      Callejeamos por Santarén buscando las flechas señalizadoras, a veces con cierta dificultad. La salida de la ciudad la hacemos atravesando las murallas defensivas que dan acceso a una frondosa  y tecnica trialera, que nos deja en una carretera con escaso tráfico. Al poco nos adentramos en zonas agrarias por pistas de tierra, encontrándonos con vides, olivos y cereales. Atravesaremos llanuras repletas de cultivos no exentas de algún pequeño repecho, mientras atravesamos pueblecitos como Vals de Figueira y Azhinaga, hasta llegar a Golegä, capital del caballo portugués.



Salimos por la muralla exterior de Santarén





                              Pedalear por pistas y caminos entre cultivos será predominante
                                                     en la primera parte de la etapa


                                                Seguimos por pista perfectamente ciclables




                                                      La primera parte de la etapa el llana



                                                 Aunque de vez en cuando nos encontramos
                                                               con pistas embarradas



                                                      Pintoresco puente sobre el río Alviela



                                                           La preciosa iglesia de Golegä




Arrumacos en Golegä, capital del caballo portugués


      A partir de Golegä, la etapa se endurece: comienzan las subidas a través de bosques de eucaliptos y por algún pequeño tramo en el que nos tendremos que bajar de nuestras monturas debido a su inciclabilidad. Antes de llegar a Tomar, nos tocará circular por carreteras con escaso tráfico, pero repletas de subidas y bajadas que se encadenan unas con otras, haciendo un poco pesado el final de etapa.



                                                Subiendo a través de un bosque de eucaliptos


                                                     Nos espera una subidita no ciclable




                                                       Bucólica imagen camino de Tomar



Haciendo el bobo en el Parque de los Bombeiros Voluntarios (donde nos dejaron pernoctar)


      En Tomar, pernoctamos en el Cuartel de los Bombeiros Voluntarios, los cuales muy amablemente nos dejaron de utilizar sus instalaciones. Existe un albergue privado por 15 euros, pero se encontraba lleno.



                                            TOMAR: UNA CIUDAD TEMPLARIA



      Tomar es una preciosidad ciudad que se extiende en las faldas de una colina, donde se alzan el castillo y convento de Cristo, ambos de origen templario, mandados construir por el gran maestre del Temple portugés, D. Gualdim de Pais. Históricamente, tuvo una enorme importancia en las peregrinaciones jacobeas, ya que contó hasta con 14 hospitales donde acoger a pobres y peregrinos.



                                               Imagen del rio Nabäo desde el Puente Velha





                                                            Iglesia de San Joäo Baptista


                                          
                              Plaza principal de Tomar, con la estatua de D. Gualdim de pais




                                                        Castillo templario de Tomar




Otro angulo del castillo



Convento de Cristo edificado junto al castillo



3ª ETAPA: Tomar-Alvorge 59 Km

  

       Es el fin de las etapas predominantemente llanas. La etapa que nos ocupa, la podemos dividir en dos: desde Tomar hasta Alvaiázare, y de esta última a Alvorge.
       La primera parte de la etapa tendría un perfil con forma de sierra. Los subes y bajas se suceden sin parar, llevándonos por numerosos y minúsculos núcleos de población rodeados de fértiles huertas con todo tipo de cultivos. Lo cierto es que hasta Alvaiázare, poco mas que algún pequeño bar es lo que encontraremos. El firme sobre el que vamos a circular, principalmente se divide en pistas de tierra o pistas empedradas. Tan solo lo pintoresco del paisaje hará que la sucesión de subidas y bajadas no se nos atragante. En Alvaiázare, pese a ser un núcleo de población relativamente moderno y con pocos atractivos, podemos abastecernos de comida y bebida en algún supermercado.



                                        Una de las muchas pistas por las que pedalearemos
                                                                en la etapa de hoy


                                                Las subidas y bajadas serán una constante




Lo pintoresco de la etapa, hará que se nos haga menos dura



                                       Al  fondo uno de los minúsculos núcleos de población                                                                                               por los que pasaremos hoy


      La segunda parte de la etapa irá desde Alvaiázare hasta Alvorge y, tan solo justo a la mitad entre ambas poblaciones, podremos abastecernos de comida, bebida etc..., en la población de Ansiäo. Nada más partir de la primera localidad, comenzaremos un durisimo puerto de los de plato pequeño, a través de un bosque de eucaliptos. Esta dura subida habrá que tomársela con calma al igual que lo que resta de etapa, porque a partir de ahora se sucederá un terreno muy duro entre eucaliptos y pinos, así como la circulación por caminos agrarios, pistas asfaltadas, pequeños caminos y sendas que en ocasiones nos harán de bajarnos de nuestras bicicletas y en otras nos obligará a circular con la máxima precaución, con el fin de no dar con nuestros huesos en el pedregoso suelo por el que tendremos que circular en ocasiones.



                                                 A veces circularemos por pistas asfaltadas



En otras por pequeños caminos y sendas



                                           Pedalear se volverá complicado en ciertos tramos



                                   Un descanso tras una dura subida entre pinos y eucaliptos



Espectacular vista desde el albergue de Alvorge


Preparando las bicis en la fachada del albergue de Alvorge



      En esta ocasión dormiríamos en el albergue de Alvorge cuya existencia desconocíamos. Está junto a la iglesia del pueblo y el encargado de atenderlo es el chico que regenta el bar de la plaza.
      El albergue de Alvorge, es un perfecto mirador del precioso valle que se extiende a sus pies, y el pueblo es un lugar bonito y acogedor, perfecto para cenar y tomar unas cervezas.



                                                     4ª ETAPA: Alvorge-Coimbra 39 Km




      En esta etapa comenzamos nuestro pedaleo por el valle que ayer al atardecer contemplábamos desde el albergue de Alvorge. Se trata de circular por caminos y sendas de tierra, en ocasiones pedregosas que hará que en ocasiones debamos de adoptar una conducción precavida. Se suceden los kilómetros, y de una forma rápida y por terreno rural pero carente de grandes dificultades orográficas, vamos dejando atrás pueblecitos como Rabacal, Zambujal, Fonte Coberta, Conimbriga, Valada , Orelhundo y finalmente llegaremos a Cernache




                                      Circulamos por zonas rurales en ocasiones pedregosas



                                        En la etapa de hoy predominaran en su primera parte,
                                                        las pistas y caminos de tierra



                                     Los siempre presentes bosque de eucaliptos de Portugal



                                            Continúan las pistas de tierra antes de llegar a Cernache



      En Cernache, población de mayor entidad que todas las pasadas desde el principio de la etapa, y por lo tanto con mayor cantidad de servicios que ofrecer al viajero, compramos algo de comida para reponer fuerzas de cara a los casi trece kilómetros que nos quedan hasta Coimbra.
      Resulta una suerte el haber sido precavidos y haber repuesto fuerzas, puesto que lo que nos resta hasta Coimbra, resulta ser terreno bastante duro de subidas de considerable inclinación, alternando los tramos de tierra con los pavimentados. Los últimos kilómetros hasta Coimbra, los cubriremos por carretera perfectamente asfaltada.
      En Coimbra dormimos en el "Albergue Rainha Santa Isabel", ubicado en el "Monasterio de Santa Clara", cuyo coste son 8 euros. Está situado en el mismo camino que nos hacen seguir las flechas amarillas, un poco antes de llegar al "Ponte de Santa Clara", el cual nos lleva al casco antiguo de Coimbra,


                                                            UN DÍA EN COIMBRA



     Llevamos unos días de insomnio desde que empezamos en Lisboa. La noche pasada me mediqué a lo bestia con el fin de poder dormir algo. Justo cuando había empezado a dormir, es cuando los otros comienzaron a levantarse. La conclusión es que estoy tan fastidiado por la medicación tomada, que camino haciendo eses, razón por la cual me resulta imposible pedalear sin riesgo de sufrir un accidente. Ese día nos cogemos una de las muchas pensaos de Coimbra,por 30 euros la habitación doble, y dedicamos el día a visitar esta preciosa ciudad famosa por su universidad y sus monumentos. Hasta 1911 fué la única universidad de Portugal


                                Coímbra desde el Ponte de Santa Clara sobre el río Mondego




Otra imagen de Coimbra

Son muchas las iglesias con encanto que salpican las calle




                                                         Otra iglesia de estilo románico



                                  Día perfecto para deleitarnos con su arquitectura monumental




Altar mayor de la Sé



                                                         Paseando por bonitos claustros








5ª ETAPA: Coimbra-Albergaría-A-Velha 70Km




   Salimos de Coimbra muy de mañana... Recordemos que en esta bonita población, permanecimos un dia extra debido a un pertinaz insomnio que venimos arrastrando desde Lisboa. La última noche la pasamos en una de las muchas pensiones de Coimbra, y tras una noche regular, decidimos proseguir nuestro viaje,
      Nuestro primer objetivo para el día de hoy el Mealhada. Buena parte del recorrido hasta esta ciudad, lo dedicaremos a salir de Coimbra, teniendo que lidiar con algún que otro cruce complicado, pero en lineas generales pedalearemos por zona llanas y pavimentadas rodeadas de verde, por las que será una delicia avanzar y en las que los kilómetros pasaran muy aprisa. Continuaremos por zonas rurales, alternando caminos de tierra y zonas empedradas. Atravesando un bosque de eucaliptos, al pasar por un bache, escucho en mi bicicleta un sospechoso ¡CLICK!: se trata de la rosca de los tornillos que sujetan el transportín contra la tija de la bicicleta, los cuales se han transrroscado. Introduzco todo el contenido de mis alforjas en la mochila que llevo a la espalda, con el objeto de llegar a Mealhada, y alli buscar una ferretería en la que comprar unos tornillos de acero que sustituyan a los deteriorados. Llegamos a Mealhada y nos encontramos a dos individuos con toda la pinta de no ser muy avispados, a los que preguntamos por alguna ferretería en la ciudad: estos se mira, se rascan la cabeza, se vuelven a mirar, y finalmente nos dicen que en Mealhada no existe ninguna fererretería. ¡Increible...!;¿como puede ser que en una población así no exista ninguna establecimiento de ese tipo...?. En fin..., me hago a la idea de que como poco tendré que llegar a Águeda (26 km), en busca de mis tornillos. Apenas pedaleo unos cien metros, y justo cuando ya estaba pensando en trasladarme a Portugal y montar una ferretería en el pueblo y por consiguiente forrarme, ante mis narices veo el establecimiento que buscaba, a unos cien metros de donde los dos superdotados me habían dado las indicaciones. Solventamos rápidamente el problema gracias a la ayuda de un amable dependiente y continuamos nuestro camino




                        Camino de Mealhada atravesaremos bosques a veces cubiertos de barro




                                                             Predominan los eucaliptos




                                        Aunque también podremos encontrarnos con pinares



                                          En ocasiones pedalearemos por pequeñas trochas



                                                    En Mealhada buscando una ferretería



Nos despedimos de Mealhada



      Salimos de Mealhada, y de los 26 km que nos restan hasta llegar a Águeda, salvo un par de tramos por caminos de tierra salpicado de eucaliptos, el resto del tiempo circularemos por pistas pavimentadas, eso sí, carente de cruces peligroso. El perfil de estos 26 km son predominantemente planos, y aunque cruzamos por varias pequeñas localidades, tan solo Águeda nos aportará cierta belleza con sus fachadas cubiertas por bonitos azulejos azules y su puente sobre el río Ägueda



                                           Predominantemente pasaremos por zonas rurales



                                                                 Camino de Águeda



                             La bonita arquitectura de Águeda tapizada de bella azulejería azul



                                    Aurora tomando un cerveza a la puerta de un bonito bar


      Tan solo nos quedan 16,70 km hasta Albergaría-A-Velha, pero auque pocos, se  nos atragantarán y se nos harán largos, al tratarse de una sucesión de subidas y bajadas donde predominará el terreno asfaltado y el paso por terreno densamente poblado. De los pocos momentos atractivos de este ultimo tramo, será el paso sobre el rio Vouga y sobre él, un puente del siglo XV derrumbado parcialmente, todo esto mientras circulamos por la peligrosisima EN1/C2. Es curioso constatar, como mientras nosotros pedaleamos por este tramos cagados de miedo, los vejete del lugar, montando sus vetustos ciclomotores, circulan alegremente entre turismos y camiones a toda velocidad, mientras van cubiertos por una especie de manta de plástico grueso (imagino que para combatir el frío y la lluvia), que los cubre casi totalmente a ellos y a sus vehículo, con el consiguiente riesgo de meterse entre los radios de las ruedas y pasar de este modo de ser alegres vejetes que sacar la mano de su refugio de plástico a fin de señalizar la siguiente maniobra, a convertirse en aspirantes a esqueletos.



Subiendo una de las muchas rampas que nos llevaran a Albergaría-A-Velha




Puente del siglo XV sobre el río Vouga



                                                               Albergaría-A-Velha


     En Albergaría acababan de abrir un bonito albergue de peregrinos donde pararíamos la noche. El coste es de 12 euros y cuenta con unas instalaciones flamantes y buenisimas.
     Albergue de Pregrinos Rainha-D-Teresa    Rua Bernardino Máximo Aburquerque s/n
Tlfno:334529754.



                                                        TRES NOCHES EN ALBERGARIA


      Bonito y acogedor es el albergue de Albergaria-A-Velha, sin embargo, no fue esa la razón por la que estuvimos allí parados durante dos días y tres noches. La razón no era otra que el terrible insomnio que veníamos arrastrando desde Lisboa y que no  conseguíamos resolver. A ello se unía mi maltrecho pié derecho y su fisura en el peroné, que al torcermelo un par de veces, llegué a pensar que definitivamente me lo había roto. Todas estas razones, nos hicieron plantearnos volver a España y dejar el viaje para tiempos mas propicios, pero como en Portugal se niegan a trasladar bicicletas en los autobuses y en los trenes, y alquilar un coche suponía dejarlo antes de cruzar la frontera, decidimos hacer de tripas corazón, montarnos al tercer día en nuestras bicis, e intentar llegar a Tui, ya en tierras españolas, y desde allí decidir que hacer en función de como nos encontráramos.



                                        6ª ETAPA: Albergaría-A-Velha - Oporto 66 km



        Pese a todos nuestros problemas, decidimos salir teniendo como destino la preciosa ciudad de Oporto. Apenas salir, la mañana nos deleita con zonas rurales y algún que otro bosquecito de pinos e eucaliptos. Aunque nos encontramos en una zona densamente poblada en la que aquí y allá nos encontraremos con villas y casas rodeadas por zonas de cultivo, la etapa se hace agradable, al menos en su primera parte. Se suceden constantemente los subes y bajas, razón por la cual habrá que ir regulando nuestras fuerzas, y pasamos por númerosos núcleos de población, en ocasiones con mucho encanto. De esta forma, salvando subidas y bajada por zonas empedradas con escaso tráfico, pasaremos por nucleos de población como Albergaría-a-Nova, Pinheiro da Bemposta, Bemposta, Olveira de Azeméis etc..., hasta llegar Sao Joáo de Madeira




                                         Pedaleando entre bosques antes de Albergaría-a-Nova




                                           Pedalear a primeras horas de la mañana entre
                                            pinos y eucaliptos, es una autentica delicia


               
                                                      Las zonas rurales se suceden



                                                        Seguimos por zonas de campo







                                      En esta etapa pasaremos por zonas con mucho encanto






                                               Las zonas empedradas serán una constante



                                                     Son típicas de esta zona las iglesias
                                                    esbeltas, cubiertas de azulejería azul


                                          Largo tramo de calzada romana en perfecto estado
                                        asciende por fuertes pendientes hasta Alto das Torres




      Una vez pasado S. Joáo de Madeira, la etapa cambia su fisonomía. Ahora, además de zonas empedradas, frecuentaremos las zonas asfaltadas: el pedaleo por carreteras nacionales junto a gran cantidad de tráfico, así como tener que pasar algún que otro cruce con cierto peligro. Poco antes de Peroshino, volvemos a las zonas de campo y tendremos que ascender un largo y pendiente tramo de calzada romana que nos llevará hasta Alto das Torres. Mas tarde, llegar hasta Oporto se convertirá en un transito por zonas urbanas con gran afluencía de tráfico que nos harán de extremar la precaución

                                      Tras atravesar el bullicioso casco moderno de Oporto
                                                llegamos a la zona antigua de la ciudad  

 


                                                                      La Sé de Oporto




Otro plano de la Sé




                                                               Tratando de orientarme



                                                           Iglesia Torre dos Clerigos



                                              Otro de los monumentos que adornan Oporto



                                   Oporto cuenta con bellisimas plazas adornadas con fuentes



                                                          Las típicas iglesias portuguesas



Desde la pensión, la lluvia cae sobre Oporto



PENSIONES A LA VIEJA USANZA



      En Oporto no hay albergue de peregrinos, razón por la cual, decidimos buscarnos una pensión. Era puente y Oporto estaba repleto de turistas, encontrándose ocupadas todas las pensiones asequibles a las que habíamos acudido. Llovía a mares y estábamos calados, por lo que decidimos quedarnos en la ciudad, y quedarnos con la primera pensión libre que encontráramos. Pensao Almeida se llamaba, y era de esa clase de alojamientos antiguos que te hacía rememorar viejos tiempos y viejos viajes por Portugal, con sus techos altisimos hasta el infinito, con sus ventanas de madera, sus cuartos de baño fuera de las habitaciones, y como no, con algunos inquilinos que residían allí todo el año. Era curioso ver como Aurora se duchaba, mientras a escasos metros y separados por una cortina de plástico, uno de esos inquilinos fijos, se freía un par de huevos con chorizo a escasos metros, en una cocinilla que se encontraba junto a la ducha común: ¡TODA UNA VUELTA A OTROS TIEMPOS...!




                                                   7ª ETAPA: Oporto-Ponte de Lima  91km  




      Se nos presenta ante nosotros una larga, dura, y al mismo tiempo bellisima etapa; probáblemente la mas bella de todas las que hasta ahora hemos recorrido.
      Esta larga etapa podemos dividirla en tres partes: 1º Oporto-Säo Pedro de Rates, 2º Säo Pedro de Rates-Barcelos y 3 º Barcelos-Ponte de Lima.

      Salimos de Oporto, y poco tenemos que destacar de los primeros trece kilómetros de etapa, salvo la precaución que debemos de tomar para salir de Oporto por carreteras repletas de cruces, que pese a todo y con poco esfuerzo harán que los kilómetros caigan muy aprisa. Seguimos por carreteras asfaltadas con mucho tráfico hasta pasar la localidad de Moreira, donde termina un amplio polígono industrial, y partir de donde se empiezan a suceder pequeñas localidades de corte agrario en las que pedalearemos mayormente por pistas empedradas con escaso trafico. Llegar a Säo Pedro de Rates, se nos hará un tanto pesado al convertirse su llegada en un constante va y ven de pequeñas subidas y bajadas que acabarán castigando nuestras piernas.
      En Säo Pedro de Rates existe un albergue de peregrinos en Rüa de Santo Antonio mº 188, cuenta con tienda, cocina y sala de estar (45 plazas a 12 euros).



                               Una vez finalizada la salida de Oporto, comienzan de nuevo
                                                                  las zonas agrarias

       

                             Pedalear por el campo es un alivio tras los polígonos industriales
                                           y cruces peligrosos que hemos tenido que salvar




                                                 Los pueblecitos del caminos, nos regalan
                                                con las bellisimas imágenes de sus iglesias




                                                        Otro plano de la misma iglesia




                                                     Proseguimos por zonas rurales




                                                                Por pistas empedradas




                Parroquia de S. Salvador de Vairäo en Vila de Conde dispone de albergue con 60 camas



                                             Pedaleamos por zonas con autentico encanto




                                                     Ponte de Zameiro sobre el Río Ave





                                                                            Rio Ave




                                                    Camino de Säo Pedro de Rates




                                                        Säo Pedro de Rates en la lejanía



      Una vez dejado atrás Säo Pedro de Rates, los 16 kilómetros hasta Barcelos, son un puro deleite para los ojos. Alternaremos caminos y pistas de tierra con pistas asfaltadas, pero en cualquier caso, el paisaje nos hará olvidar los kilómetros: montes coronados de coníferas, bellos pueblecitos rodeados de huertas y tierras de cultivo, y un recorrido que aunque cuenta con subidas y bajadas, su excelente firme hará que no nos pesen demasiado las piernas


                                           Saliendo de Säo Pedro con dirección a Barcelos



                              La circulación por pistas rurales vecinales será una autentica delicia




                                                    Pistas de tierra entre bosques de robles




                                  Ni la lluvia consigue abstraernos de la belleza de esta etapa




                                                 Campos verdisimos y recién mojados




                                                   Bajada trepidante sobre asfalto mojado




                                                     Mas campos verdes antes de Barcelos




                                                    Iglesia Matriz de Barcelos (siglo XIII)




                                                    Puente sobre el río Cávado en Barcelos




      De Barcelos a Ponte de Lima hay unos 34 bellisimos kilómetros, aunque no exentos de una dureza desesperante, al ver como se suceden por doquier multitud de pequeñas subidas, a veces de inclinaciones durísimas, que en ocasiones incluso harán que tengamos que bajarnos de nuestras maquinas. Estamos en una región eminentemente viniclo, y de aquí sale la mayor marte de la producción portuguesa de Vinho Verde, Alvarinho y Laureiro, y buena muestra de ello, será la vegetación lujuriante que en forma de parras nos acompañará hasta Ponte Lima. En nuestro camino nos encontraremos con infinidad de villas, huertas y casas de cultivo diseminadas por estos valles cubiertos de parras de un verde intenso. Aunque dura, tanto por longitud como por orografía, el viaje a Ponte de Lima se convertirá en una experiencia difícil de olvidar.



                                                     Camino de Ponte Lima por pistas de tierra



                                                Bello sendero junto a zonas de cultivo



                             Las parras de un verde intenso serán una constante hasta Ponte Lima



                                                    Y mas parras junto a pistas asfaltadas



                                            La primavera hace que el campo luzca radiante



                                                       Seguimos den tierra de vinos



                                                            Poco antes de Ponte Lima



                                                       El famoso puente de Ponte Lima



                                              Ponte Lima desde una ventana del albergues



                                               Otra fotografía del puente desde el albergue



                                                                   Otra instantánea


                         Una estatua resfriada en la noche de Ponte Lima, se abriga con la chupita de Chema



      En Ponte de Lima pernoctamos en su precioso albergue por 6 euros. Se encuentra al otro lado del puente, frente a la ciudad, y las vistas desde él son magnificas.



                                                       8ª ETAPA: Ponte de Lima-Tui 37,5 km




      Si bellisima fué la anterior etapa, a esta no se la puede atribuir otro adjetivo que no sea el de espectacular. Nada más abandonar la bellisima Ponte de Lima, mientras la niebla se despega de las montañas vecinas, y el verde intenso se apodera de todo el entorno, el pedalear por estos lugares idílicos, sería como desplazarse a través de un cuento de hadas, ni no fuese por la enorme dureza del terreno por el tendremos que pedalear. No en vano, tan solo 37,5 km son los que cubriremos en esta etapa, marcada de principio a fin, por rampas de inclinaciones imposibles que tendremos que salvar por todo tipo de pistas asfaltadas, pistas empedradas, caminos de tierra, sendas, senderos y pedreras completamente impracticable en las que tendremos que circular como buenamente podamos, cargando con nuestras bicis.
      Comenzamos a pedalear bajo una leve lluvia y por terreno en que tenemos que bajarnos de las bici. Por fin podemos pedalear, pero desde ahora, unas veces por caminos de tierra y otras por zonas empedradas el trazado va picando siempre hacia arriba, adquiriendo a veces inclinaciones que nos hacen tener que meter el plato pequeño, y otras bajarnos de nuestras máquinas y empujar. Ante nosotros tenemos la Sierra de Labruja, ya famosa desde antaño, cuando los viajeros reflejaban en sus cuadernos de viaje, el terror que estas montañas les inspiraba. A pesar de no tener una gran altitud, el estar situada en un país sin grandes montañas, y al estar rodeada de zonas rurales aisladas, donde antaño debieron de anidar todo tipo de supersticiones, el caso es que este paso de montaña, inspiraba gran miedo y aversión a los peregrinos y viajero. Todos los "Caminos" tienen sus montañas míticas.... Si el O¨Cebreiro es el puerto mítico del Camino Francés, el Puerto del Palo el del Camino Primitivo, el Monte Arno el del Camino del Norte y el Puerto de Acanda el del Camino Sanabrés, sin duda la Sierra de Labruja es el paso montañoso más representativo del Camino Portugués.
      La ascensión hasta el collado del Alto do Portela Grande de Labruja, comenzará por zona asfaltada, pero a partir de un lugar denominado Casa da Bandeira, se nos dan dos opciones: la primera seguir las flechas amarillas que siguen por una carretera asfaltada, y la segunda seguir por zona de monte totalmente inciclable, en la que tendremos que empujar e incluso cargar con nuestras bicicletas. Nosotros optamos por la ruta original, es decir, la segunda.
        Poco antes de coronar el Alto do Portela de Labruja, nos encontraremos con una cruz de piedra, donde los peregrinos dejan alguna piedrecita o souvenir como ofrenda. Poco después, comenzamos el descenso hacia Rubiäes, por una senda de montaña en la que tendremos que bajarnos en un par de ocasiones. Una vez en tierras mas bajas, transitaremos por caminos de tierra rodeados de zonas de cultivo y monte verdisimo, que nos llevará al pintoresco pueblecito de Ribiäes, donde existe un albergue para aquellos que deseen pasar la noche en este idílico lugar.

                                                Amanece en la bellisima Ponte de Lima



                             El día se despereza despojándose de la niebla que cubre las montañas



                                                         La etapa promete ser bellisima



                                                Pedaleando entre pinos por pistas de tierra



                               Los paisajes hacen olvidarnos de la enorme dureza del terreno



                                                        El verde intenso lo inunda todo



                  En ocasiones nos circularemos por buen firme, pero siempre picando hacia arriba



                                              Seguimos ascendiendo a la Sierra de Labruja



                             Llegado un momento las pistas asfaltadas o empedradas terminan



                                        Continuamos hacia el Ato do Portela Grade de Labruja
                                                              por caminos sin asfaltar



                                                   Hasta llegar a zonas no ciclables donde
                                                    se hace inexcusable empujar de la bici



                                                   En determinados tramos prácticamente
                                                   habrá que cargar con nuestras máquinas



                                                   Casi al final de la subida existe una cruz
                                 de piedra donde los viajeros dejan alguna piedrecita o recuerdo



                                                         Depositando nuestra piedrecita



                                     Comenzamos la bajada tras coronar la Sierra de Labruja




                                           Camino de Rubiäes los campos están verdisimos




                                           Y bajo la lluvia aparecen las tierras de cultivo



                                                                      Y más cultivos



                                                                 Llegando a Rubiäes



      Llegamos a Rubiäes cansados y mojados gracias a las recientes lluvias caídas. En una especie de bar, que al mismo tiempo es supermercado, comparamos algo para comer acompañadolo con dos Green Radler. Seguimos nuestra marcha, ahora teniendo como destino Tui (primer enclave español en el Camino Portugués). A partir de ahora, vamos a pedalear sobre todo por camino de tierra y empedrados, donde en ocasiones no nos quedará mas remedio que bajar y empujar.. Hasta Sao Benito da Porta Alberto, nos espera una fuerte subida que se convertirá en técnica bajada hasta Fontoura.. Seguiremos desde aquí alternando subidas y bajadas, a veces por terrenos intransitables por donde será mejor empujar nuestras bicis. Poco antes de llegar a Aräo, mientras camino con mi bici por una zona de piedras húmedas y resbaladizas, me tuerzo nuevamente mi maltrecho pié derecho y el dolor me hace pensar que por fin la fisura del peroné se ha convertido en fractura. Espero un doloroso rato, y compruebo que aún puedo seguir pedaleando e incluso andando. La llegada a Valenca do Minho se hace agotadora, teniendo que atravesar a pié algunas inciclables pedreras, hasta llegar al caso urbano.  Valenca d Minho es una de esas ciudades fronterizas, la cual está rodeado de una fortaleza medieval inmensa e impresionante (la más completa de Portugal), que rodea toda la ciudad. Ratoneando por entre sus murallas, conseguimos salir del núcleo amurallado, para al poco encontrarnos cruzando sobre el Rio Miño, por el puente internacional que une Valenca con Tui.



                      Camino de Valenca do Minho seguimos pasando por lugares increibles



                                                   Predominan los caminos y sendas de tierra



                                     Tras una técnica y peligrosa bajada, vemos Aräo al fondo



                                    Antes de Valenca, nos toca empujar por inciclabes pedreras



                                   La impresionante ciudadela defensiva de Valenca do Minho



                       El casco urbano de Valenca, está rodeado por gruesas murallas medievales



                                              Las enormes murallas de Valenca do Minho



                          El Rio Miño separa Valenca de tui y España de Portugal (al fondo Tui)



                                       Aurora en el cartel que nos sa la bienvenida a España



                                              Puente internacional que une Portugal con España



      El casco antiguo de Tui, y por lo tanto su albergue de peregrinos, se encuentran sobre un alto, con lo cual tendremos que seguir subiendo, cosa a la que estaremos mas que acostumbrados en esta dura etapa. El monumento mas representativo es la catedral románico-gótica, construida en 1225. En cuanto al albergue, ocupa la que fuera una casa parroquial del siglo XIX, lo que quiere decir que el encanto está asegurado (no cuenta con mantas, ni cuberteria o utensilios de cocina, pero tiene un coqueto patio y 36 plazas a 6 euros por plaza).




                                                          Por el casco antiguo de Tui



                                                            La fachada de la Catedral



                                                             Otro angulo de la Catedral



                                                                        Y otro más



                                                             Sentado junto al albergue




                                                     9ª ETAPA: Tui-San Antoniño  69KM




      Por fin estamos en España y ahora nos tocará transitar por zonas gallegas. Y como ya sabemos de otros caminos, el transito por Galicia no es nada fácil. No salvaremos grandes puertos, pero no dejaremos de salvar constantes subidas, a veces de inclinaciones considerables, que al final del día nos dejarán las piernas bastante cansadas. En gran medida transitaremos por carreteras secundarias de poco tráfico, alternando con pistas y caminos que atravesaran bosques y zonas rurales con muchisimo encanto.
      A poco de salir de Tui, atravesaremos en nuestro pedalear un frondoso bosque en cuyo interior alberga la "Ponte das Febres", vinculada a la vida de SanTelmo, patrón de Tui.
      Iremos atravesando nucleos de población como A Picoña, Ribadelouro, Orbenlle, O Porriño y finalmente llegaremos a Mos, como ecuador de esta etapa. En nuestro camino, encontraremos, bosques, carreteras secundarios, tramos de vías con mucho tráfico, sendas y caminos terreros, pero en general, todo ello ciclable, salvo que las fuerzas nos fallen y tengamos que empujar nuestras bicis por simple cansancio.
      En Mos existe un albergue municipal con unas 16 plazas, cocina y sitio para guardar las bicis.




                       Comenzamos nuestro pedalear camino de un magnifico bosque de robles



                                                                La Ponte das Febres    



                                                      Seguimos por un magnifico bosque



                                                        Las eternas conchas del camino



                             Aunque de tierra, las pistas son magnificas en esta parte del recorrido



                                                       Pasamos por zonas encenagadas



                                                    Lugares encantadores camino de Mos



      Llegamos a Mos y aprovechamos para en una gasolinera junto a la carretera, limpiar las bicis del barro acumulado durante varios días de marcha. Continuamos por larga bajada hasta Redondela y poco después llegamos a Cesante desde donde nos esperan fuertes subidas por pista de tierra, desde donde divisaremos entre la vegetación la Ensenada de San Simón, la cual forma parte de la Ría de Vigo. Seguimos por una técnica bajada al haber muchas piedras desprendidas de la pista de tierra sobre la que circulamos. Casi sin darnos cuenta, ya transitamos sobre el puente sobre el rio Verdugo en la localidad de Pontasampaio. Seguimos por zona de campo, donde tras pasar por un bache se parte la soldadura del transportín de mi bici. Toca echar el contenido de las alforjas en la mochila que llevo sobre los hombros, y con excesivo peso encima, sigo subiendo por pistas de gran inclinación que por suerte me sacan a una carretera secundaria que en un pis pas me conduce a Pontevedra. En Pontevedra compro un nuevo transportín, lo instalo y sigo la ruta por un bonito camino entre robles que tras muchos tramos de subida y otros tantos de bajada, nos lleva a San Antoniño, donde por 20 euros la habitación doble, pernoctamos en Pensión Meli (telf :986711007)


Pasado Mos alternamos zonas pavimentadas con pistas de tierra



                                                  Por bonitos bosque camino de Redondela



                                                                     Pasada Redondela



                           Desde Cesante, el camino nos acerca a la Ensenada de San Simón



                                                  Otra vista de la Ensenada de San Simón



                                           Bonita muestra de los muchos hórreos de la zona
                                          Sobre el rio Verdugo a su paso por Pontesampaio



                                        Callejeando por las empinadas calles de Pontesampaio




                           Un nuevo problema en nuestro viaje: la rotura de uno de los transportines



                                             Sobre el rio Lerez a su paso por Pontevedra



                                        Pasada Pontevedra nos introducimos en un bonito bosque
                                         a través de un camino repleto de subidas y bajadas



                                                        Seguimos por el bosque de robles




                                                       Ya falta poco para San Antoniño



                                           Vistas desde nuestra habitación en San Antoniño




                                 ETAPA 10ª: San Antoniño-Santiago de compostela  58  km




      Salimos de San Antoniño, y como la etapa anterior, seguiremos avanzando por un terreno eminentemente gallego. Se suceden los pequeños núcleos rurales por  zonas agrarias. Pasaremos por zonas de cultivo donde predominaran las parras productoras de los famosos alvarinhos. Dejaremos atrás, pintorescos pueblecitos que por calles estrechas adornadas por horreos y construidas en piedra, nos llevaran de nuevos a los campos abiertos. Los prados cubiertos de un verde intenso serán una autentica delicia para los viajeros, al igual que el deambular por encantadores bosquecillos, mayormente habitados por robles y que harán que de algún modo se nos olvide la buena ración de subidas y bajadas que como buena etapa gallega, esta nos está ofreciendo.



                                                             Saliendo de San Antoniño



                                            Puente sobre el rio Bermaña en Caldas de Reis



                                                          Rio Bermaña en Caldas de Reis



                         Aurora improvisando y cambiándose la camiseta en un expositor de esquelas



                                                  El Camino nos depara ellos rincones



                                                 Y bosques rodeados de tierras de cultivo



                                                                   Por pistas de tierra



                                                 Bonita iglesia en mitad de la campiña











                                                    Otra subida más por pista de tierra


       Agradable y encantador se puede definir el trayecto hasta Padrón, ya que alternaremos bonitos bosques con áreas rurales con todo el sabor que la misteriosa Galicia puede conferirles. Tras echar un bocata en este bonito lugar y casi a tiro de piedra, llegaremos a Iria Flavia. Este lugar forma parte de las leyendas jacobeas; al ser según según se cuenta, el primer lugar donde reposaron los restos del Apóstol, poco después de ser encontrados y antes de su traslado a la Sede Episcopal en Santiago de Compostela.
      Penetramos entre los muros que reguardan la antigua catedral de Iria Flavia, y es como si una pequeña descarga eléctrica nos recorriera de pies a cabeza. Supongo, que tanta leyenda concentrada en un mismo lugar, produce una sensación extraña de vértigo. Camino por el interior del templo, por su cementerio adjunto, así como entre unos sarcófagos abiertos y vacíos de roca antiquisima,  para finalmente rellenar de agua el botellín de mi bici en una de las fuentes del lugar, por recomendación de una paisana, que dice ser muy milagrosa.



                                                          Antigua catedral de Iria Flavia



                                                         Entrada principal a la catedral



                                                                  Interior del templo

                                                  Otro angulo de la catedral de Iria Flavia



                                               Antiguos ataúdes de piedra junto al templo



                                 Dejamos Iria Flavia y seguimos por el verde paisaje gallego



Los pequeños núcleos de población salpican en paisaje gallego


Seguiremos hacia nuestro destino, por paisajes tipicamente gallegos: ahora pequeños bosquecillos, y al poco, algún núcleos de población, con sus hórreos y sus templos cubiertos de verde musgo debido a la mucha lluvia de estos lugares, Pasaremos Rúa de Francos, donde se encuentra el cruceiro más antiguo de Galicia, y continuaremos por bonitos bosques de robles hasta llegar a las proximidades dl Santiago, donde el paisaje se afea, como fea es la entrada a la capital gallega por la parte del hospital, donde abundaran las cuestas por carreteras repletas de coches, hasta que por fin y sin darnos cuenta, volvemos a estar en la Plaza del Obradoiro: EL FINAL DEL CAMINO.




El cruceiro más antiguo de Galicia en Rúa de Francos

                                             
                                                                 Detalles del cruceiro



                                          Transitando por los últimos bosque de robles antes
                         de empezar la monotona, dura y aburrida llegada a la Plaza del Obradoiro
                                         a través del casco urbano de Santiago de Compostela



                    La placa de piedra que simboliza el final del Camino en la Plaza del Obradoiro



                                                                    Por fin Santiago






      Al llegar a la Plaza del Obradoiro, nos encontramos con que las dos torres de la Catedral, se encontraban cubiertas de andamios.
      El lugar de pernocta, como siempre que llegamos a Santiago, fué en el Seminario Menor (12 euros).


                                         11ª ETAPA: Sntiago de Compostela-Olveiroa  60 km



      Por fin, después de múltiples visicitudes, hemos llegado a Santiago, pero nunca consideré que este fuese el final del viaje. Siempre que he pisado la Plaza del Obradoiro, he sentido en mi interior que el autentico final del viaje está allá donde la tierra termina y comienza el mar: "EL CABO DE FINISTERRE".
       Por esa razón decidimos continuar hasta Muxía y finalmente terminar en Finisterre.
     Poco podemos contar de estas tres etapas que nos conducirán a Fisterra, puesto que tanto en la entrada dedicada al "Camino del Norte", como al "Camino Francés" hablamos de ellas.
      Pero si que mencionaremos, que durante todo el trayecto de Santiago a Olveiroa, llovió autentica lluvia gallega, de esa que te cala los huesos, que embellece con un aire de nostalgia los verdes paisajes, y que incrementa aún mas el misterio que envuelve estas tierras.
      En cuanto al recorrido, tan solo decir que aparte de bellisimo resulta muy duro, debido a hay que salvar por pistas de tierra dos enormes puertos. El primero casi nos deja a los pies de Negreira a 22 Km de Santiago de Compostela, y el segundo comienza apenas abandonar dicha población. En Negreira es recomendable proveerse de alimentos y alguna otra cosa que podamos necesitar. Una vez pasado el segundo y largo puerto de montaña, nos quedará aún un buen trecho repleto de continuos subidas y bajadas hasta llegar a Olveiroa (varios albergues, bares y lugares donde comprar alimento)




                                        Ya las primeras pedaládas son bajo una fina lluvia



                                             Ascendiendo puertos entre densa vegetación



                               La lluvia y el viento confiere a los prados un aspecto bucólico



                                                                  Más Prados verdes



                                            El viento meciendo los altos y verdes pastos



              Ponte Maceira,  con su puente medieval sobre el Río Tambre (antes de Negreira)



                                                                        Rïo Tambre



                                                     Continua el pedaleo hacia Olveiroa




                                            Caminos encharcados tras la persistente lluvia



                                                       Vamos completamente empapados



                                  Comiendo bajo la lluvia, resguardados en una parada de bus

                                                      Una vieira nos señala el camino







                                              El viento y la lluvia arrecian sobre los campos



      En Olveiroa dormimos en el albergue de peregrinos. Aquí, según llegan los peregrinos se van instalando, y sobre las siete de la tarde se pasa la encargada de sellar las credenciales y cobrar los cinco euros que cuesta la pernocta, Aunque la primera vez que pasamos por este lugar hace años, este era el único albergue existente, actualmente al menos existen otros dos albergues privados.



                                                     12ª ETAPA: Olveiroa-Muxía  35,5 km




      Preciosa etapa esta, que nos llevará del interior gallego a la costa. Nada más salir de Alveiroa, lo haremos por una carretera asfaltada que en poco se convierte en un camino accendente, cruzado por múltiples torreteras, producto de la mucha lluvia caída el día anterior. Sigue lloviendo y el paisaje es increible, y así..., contemplando tan bellos lugares, en un santiamén llegamos a la bifurcación que nos indicará a Fisterra por la derecha, y Muxía por la izquierda.
   

                                         Camino de la bifurcación que nos llevará a Maxía



                 Por la derecha Fisterra, nosotros cogeremos la bifurcación de la izquierda hacia Muxía




      Tomamos la bifurcación de la izquierda que nos llevará a Muxía, en un principio por carretera poco transitada, para al poco meternos el camino por zonas de bosque y monte, donde tendremos que pedalear por pequeñas pistas e incluso trochas, alternando con algún pequeño tramo de carretera secundaria que nos paseará por algún minúsculo núcleo de población, para devolvernos al poco a caminos no pavimentados

                          Parte del camino, transitaremos por pequeños caminos e incluso sendas


                                             La naturaleza nos rodea en todo su expléndor



                                        Transitando por algún pequeño núcleo de población


      Cuando empezamos a estar un poco hartos de las constantes subidas y bajadas, por fin podremos divisar el mar al fondo. Tan solo es cuestión de paciencia y de seguir las flechas amarillas, para que atravesando un pequeño pueblecito de piedra gris y una fantástica playa de arena fina, lleguemos por fin a Muxía


                                                A lo lejos, por fin el mar: Muxía está cerca.




                                                                Poco antes de Muxía



                                                 Los campos mojados lucen expectaculares



                                                 El mar gris y plomizo junto al Santuario




                                                          Frontal Santuario A Virxe do Barca



                                                          El Santuario desde otro angulo



                                                     Otro angulo del mítico Santuario



                                                           La lluvia empapa el paisaje



                                              Decimos adiós al Santuario A Virxe do Barca


                                                                           


                                                     13ª ETAPA: Muxía- Fisterra  33 km



     Comenzamos la ultima etapa bajo una lluvia incesante y un viento fortísimo procedente del mar junto al que discurre la carretera por la que pedaleamos, para al poco, la carretera girar a la izquierda, convirtiéndose mas bien en un camino asfaltado con unas pendientes de infarto que nos obligan a emplearnos a fondo.
      El camino asfaltado da paso a un puerto en toda regla, el cual ascendemos por un camino de tierra, embarrado en ocasiones. Así, subida tras subida, va pasando el tiempo y también se van acabando las fuerzas, ya un poco justas a estas alturas del viaje.



                                              Ascendiendo puertos por caminos de tierra



                                    Aunque de vez en cuando también aparece algo de asfalto



                                              Pedaleando por los enigmáticos bosques gallegos


   Así, alternando subidas y bajadas y transitando por zonas bastante embarradas pero de una belleza sin par, llegamos a la localidad de Lires, donde será necesario sellar nuestra credencial en cualquier bareto o casa rural, con el fin de que una vez lleguemos a Finisterre nos dejen de dormir en el albergue publico, y además nos concedan la "FISTERRA".



                                   Pasando por zonas rurales con arquitectura típica del lugar



                            Seguimos nuestro camino, aunque ya a lo lejos presentimos el mar



                            Y por fin, las primeras casas de Finisterre con su salvaje mar al fondo



                                       Aurora y yo a la puerta del faro del cabo de Finisterre


   Y por fin, tras llegar a Finisterre y callejear un poco hasta dar con la última subida que lleva hasta el faro, y con él hasta el punto mas septentrional conocido en la edad media, enfilamos las últimas rampas, con la inmensa alegría de llegar a la meta, y por otro lado, la profunda tristeza de llegar al final del camino.



           Cruz junto a la cual, los peregrinos conservan la tradición de quemar las ropas del viaje



      Ya en el cabo Finisterre, existe una antigua tradición que viene desde la Edad Media, en la cual los peregrinos quemaban las ropas usadas durante el viaje sobre las rocas del cabo. Nosotros también lo intentamos, pero la intensa lluvia y el fuerte viento, hizo imposible la quema, y por lo tanto a continuación de la tradición-
   Existe otra tradición, esta mucho mas moderna, la cual consiste en que si la Guardia Civil te pilla quemando ropa o cualquier otra cosa en el Cabo Finisterre, la multa que te echan suele ser ordago.




                              Aurora luciendo el chaleco que había llevado durante todo el viaje,                                             dejándolo en el punto exacto, donde termina la tierra para comenzar el mar infinito.




                                                             EL COSTE DEL VIAJE



      Aunque a priori, el Camino Potugués, orograficamente era de los menos duros y de los mas cortos, una serie de circunstancias, previas, durante y posteriores al viaje, hicieron que esta aventura nos exigiera un gran coste. En primer lugar, el Camino elegido para este año era el desconocido Camino Olvidado, pero debido a un año excesivo en cuanto a la caída de nieve se refiere, sobre todo por la zona por la que teníamos que transitar, hizo que al final tuviéramos que cambiar al Camino Portugués. En segundo lugar, el enorme trajín previo al viaje para conseguir los días de vacaciones, así como diversos cambios con los compañeros para conseguir los días necesarios. Por si fuera poco, cinco días antes de la partida, el mecánico me dice que el basculante de mi bici esta a punto de partirse, y que pedir uno nuevo supondría mínimo un mes, solucionando el problema, localizando in extremis a un soldador de aluminio a tic, el cual, aunque a última hora, me dejo la bici mejor que nueva, Para colmo de males, a última hora comprobamos que uno de los amortiguadores traseros de la bici de aurora, perdía aceite y tuvimos que recurrir a un amigo para que nos prestase uno en perfectas condiciones, Y por último, y como si de una maldición se tratara, tres días antes de la partida, meto el pié en un agujero, fisurandome el peroné del pié derecho, partiendo a Portugal con un bonito hinchazón de tobillo y unos fuertes dolores. El estrés que llevábamos cuando llegamos a Lisboa, debía de ser enorme, puesto que desde esa noche hasta la última ( 20 días en total, con los días que paramos a hacer turismo) casi fuimos incapaces de dormir pese a la medicación que tomábamos. Llegamos a Talavera, y en vez de seguir una vida sosegada y tranquila, debíamos de devolver algunos días que nos habían hecho para poder sacar adelante el viaje, aparte de que debido a nuestro trabajo a turnos, unos días trabajábamos de tarde, otros de noche etc.... Creo que todo nos resulto excesivo y caímos en un insomnio crónico del cual a día de hoy, cuando escribo estas palabras, aun nos seguimos tratando por un especialista.
      Mi buen amigo Juanjo, cuando supo que ya estábamos en Finisterre, me llamó para felicitarme, al tiempo que me recriminaba por haber seguido con el pie derecho en tan mal estado y con el persistente insomnio. Yo le conteste: quizás tengas razón, pero el Camino Portugués ya lo tengo en el bolsillo... " PARA SER HONESTO, QUIZÁ DEBÍ DECIRLE QUE EL CAMINO PORTUGUÉS YA LO LLEVABA EN EL CORAZÓN ".



                                                           EL FINAL DEL VIAJE



   llovía y el viento era tan espantoso que casi nos tiraba de nuestras bicis. Lentamente ascendíamos las últimas rampas que nos conducían al faro de Fisterra y con ello al final del viaje. Pasamos a un peregrino que ascendía con una enorme mochila y a pié. Por fin llegamos al "Faro del Cabo de Finisterre", y tras ello, vino la consabida foto. Avanzamos un poco más entre las rocas, dejando atrás nuestras máquinas. Junto a una cruz, vemos los restos de las ropas quemadas por otros peregrinos, siguiendo una milenaria tradición medieval. Intentamos hacer lo mismo, pero la intensa lluvia y el enorme viento nos lo impide. Avanzamos un  poco más entre rocas, y llegamos al punto donde termina la tierra para comenzar el mar infinito. Allí se levanta un poste metálico donde los viajeros dejan como recuerdo, alguna prenda anudada al frío metal. Hacemos lo propio, al igual que el peregrino al que habíamos adelantado en la subida. Tras pasarle el brazo por encima del hombro, le doy la enhorabuena y me explica su historia: es la tercera vez que intenta el Camino Francés, los primeros dos años tan solo había hecho pequeños tramos, pero este año, venía caminando desde Saint Jean Pied de Port. Yo le explique que venía desde Lisboa y que era mi quinto Camino. El peregrino me dijo que también pretendía seguir haciendo otros "Caminos". En un momento dado y tras un largo silencio dijo: algo tiene el camino que a tantos nos engancha para seguir en él año tras año. Algo..., le respondí..., algo parecido a un veneno maravilloso. Ambos nos quedamos inmóviles mirando el embravecido mar que teníamos frente a nosotros. Con un cariñoso apretón de hombro me despedí de aquel peregrino, y cuando ya me  alejaba, se volvió hacia mí llamándome la atención, de su cara cansada y feliz, salió una despedida que a menudo rememoro: ¡¡¡ BUEN CAMINO EN LA VIDA!!!.