Todo el "Camino Primitivo" lo hicimos íntegramente por donde nos indicaban las famosas flechas amarillas y las conchas vieiras que señalizan la ruta. Si hacéis como nosotros y seguís íntegramente el trazado oficial del Camino, habrá momentos que os desesperareis por la enorme dureza de algunas etapas y por la enorme cantidad de horas que tendréis que circular con vuestras bicis de la mano por zonas dificilisimas donde es imposible rodar. Sobre todo las etapas 2ª y 3ª no son aptas para las bicis pero echándole un poco de paciencia todo es posible...
RUTA: Oviedo-Santiago de Compostela.
KILOMETRAJE: 325 km según el cuentakilometros de las bicis.
EPOCA: finales de junio y principios de julio. Este camino es ideal en verano ya que al salvarse íntegramente por terreno montañoso, en otra época la meteorología nos puede jugar malas pasadas. Nosotros lo hicimos a principios de verano y en todo el viaje me quite la térmica de manga larga y el cortavientos.
PERNOCTAS: nuestra primera intención era pernoctar todos los días en albergue, pero algún día tuvimos que coger un hostal por problemas de salud o por faltas de plazas en los albergues. El Camino Primitivo esta en proceso de expansión al hacerlo cada vez mas viajeros y de momento los albergues son pequeños y en ocasiones es probable que si llegáis un poco tarde falten plazas en alguno de ellos, en contrapartida, es relativamente fácil encontrar alojamiento a un precio más que asequible, tanto en hostales como en albergues particulares. El precio de los albergues es de unos 5 euros en el caso de los albergues municipales y unos 10 en el caso de los particulares.
COMIDAS: algunos días tuvimos problemas en la comida central del día, puesto que lo que en nuestra guía parecía que eran pueblos por los que pasaríamos, en realidad solo se trataban de simples aldeas o caseríos sin tiendas o locales donde abastecerse, razón por la cuál, algunos días tan solo desayunamos y cenamos. En previsión de lo comentado, es aconsejable llevar algo de comida por si a lo largo del día no encontramos lugar alguno donde comprarla.
Los lugares donde ofrecen menús para peregrinos son abundantes, siendo baratos ( unos 9 euros) y tan abundantes que os aseguro que a veces se os dará de sí la barriga...
COMIDAS: algunos días tuvimos problemas en la comida central del día, puesto que lo que en nuestra guía parecía que eran pueblos por los que pasaríamos, en realidad solo se trataban de simples aldeas o caseríos sin tiendas o locales donde abastecerse, razón por la cuál, algunos días tan solo desayunamos y cenamos. En previsión de lo comentado, es aconsejable llevar algo de comida por si a lo largo del día no encontramos lugar alguno donde comprarla.
Los lugares donde ofrecen menús para peregrinos son abundantes, siendo baratos ( unos 9 euros) y tan abundantes que os aseguro que a veces se os dará de sí la barriga...
AGRESTE Y SALVAJE
En el mítico y durisimo Puerto del Palo
Hacía apenas seis meses que me había operado de la espalda y tras un año horrible en el que no sabía como iba a quedar, tras montar timidamente en la bici apenas quince días, decidí que ya estaba bastante fuerte y me fui con Aurora a hacer esta dura ruta. Me equivoqué totalmente y este viaje estuvo marcado desde el primer día por un fortisimo dolor de espalda que día a día fue aumentando con el esfuerzo. Al final del primer día, pensé seriamente que no me quedaría mas remedio que volverme a casa, pero a base de antiinflamatorios, relajantes musculares y muchisima paciencia, conseguí llegar a Santiago. La primera parte de la ruta me pareció durísima, probablemente debido al año de inactividad, unido a las dificultades objetivas de este Camino. Sea como fuere, logramos completar la ruta y allá vá el relato de la misma..
Antes de llegar a Pola de Allende
En Pola de Allende
En Pola de Allende hay un acogedor albergue donde alojarse, sin embargo, es festivo y no encontramos ningún lugar donde comprar provisiones con lo que cenamos un menú en un bonito bar, donde además de ponernos morados de fabada, vemos a España ganar la eurocopa de futbol a Italia: campeones, campeones....!!!!
Comienza la subida al durisimo Puerto del Palo
Poco a poco vamos cogiendo altura
En la puerta de "La Taberna Dos Ventos"
Acabamos de dejar Asturias y ya circulamos por tierras Gallegas. El trayecto a Fonsagrada es relativamente cómodo, por amplios caminos de tierra y tan solo antes de entrar en esta población, una no muy larga pero dura cuesta, nos pone los corazones a mil. En Fonsagrada nos preparamos un bocata, no sea que nos pase lo que ayer y nos quedemos sin comer. Al poco seguimos nuestra marcha para por terreno dificil y ascendente llegar a un alto donde se encuentran las bien conservadas ruinas de un antiguo hospital de peregrinos. Tras curiosear en su interior y viajar mentalmente a la edad media por unos instantes volvemos a la ruta.
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Llegamos al alto y a las ruinas del vetusto hospital de peregrinos
Se encuentra bien conservado
En el interior de la antigua edificación
Seguimos nuestro camino, ahora por una técnica y larga bajada que nos lleva hasta un magnifico lugar de evocador nombre: "Paradabella". Paradabella es un lugar en ninguna parte a unos tres kilómetros de una pequeña aldea, donde un simpático argentino huyendo del bullicio de Palma de Mallorca (donde residía desde hacía años) y de su exmujer, decidió reformar un antiguo edificio para convertirlo en mesón y tal vez con el tiempo en albergue. Este lugar rezuma la paz y tranquilidad que nuestro vivaracho argentino estaba buscando y tras una agradable conversación y un bocata de atún con aceitunas verdes continuamos nuestro camino.
En Paradabella
Reponiendo fuerzas
Seguimos el trayecto por zonas duras, donde en mas de una ocasión tenemos que echar pié a tierra. El camino se va endureciendo cada vez más, hasta tener que circular por zonas demenciales para el ciclismo donde utilizamos mas los pies que los pedales, para por fin llegar a A Lastra. Pasamos por esta localidad, para seguir hasta Fontaneira por terreno en ascenso que transcurre por bonitos bosque de altos pinos. En Fontaneira tengo una seria caida, donde a punto estoy de fracturarrme un tobillo, pero eso no me impide llegar hasta Cádavo Baleira, pasando antes por un bonito bosque donde abundan los pinos.
La catedral de Lugo
Saliendo de Lugo
Ascendiendo antes de llegar a Melide
Peregrinos en el Camino Francés
Santiago en la lejanía
Hacía apenas seis meses que me había operado de la espalda y tras un año horrible en el que no sabía como iba a quedar, tras montar timidamente en la bici apenas quince días, decidí que ya estaba bastante fuerte y me fui con Aurora a hacer esta dura ruta. Me equivoqué totalmente y este viaje estuvo marcado desde el primer día por un fortisimo dolor de espalda que día a día fue aumentando con el esfuerzo. Al final del primer día, pensé seriamente que no me quedaría mas remedio que volverme a casa, pero a base de antiinflamatorios, relajantes musculares y muchisima paciencia, conseguí llegar a Santiago. La primera parte de la ruta me pareció durísima, probablemente debido al año de inactividad, unido a las dificultades objetivas de este Camino. Sea como fuere, logramos completar la ruta y allá vá el relato de la misma..
LA IDA Y LA VUELTA
A diferencia de otras veces, esta vez hicimos los 600 km hasta Oviedo en mi coche. La idea era dejar el vehículo en Oviedo y una vez finalizado el viaje, volver desde Santiago en autobús. El bus de Santiago a Oviedo nos costó un pico si tenemos en cuenta que son poco mas de trescientos kilómetros los que hay entre una ciudad y otra y el precio hacía pensar que nos iban a llevar en el mismísimo Titanic en lugar de en bus.
En la preciosa ciudad de Oviedo, nos alojamos en su albergue de peregrinos, donde se puede obtener la credencial que nos irán sellando por las poblaciones por las que pasemos, así como todo tipo de información que nos proporcional un hospitalero muy competente.
El albergue de Oviedo
Comenzamos el viaje y lo hago con unos dolores en la espalda que comenzaron nada mas llegar a tierras asturianas; está lloviendo y puede que ello influya en mi espalda. Oviedo se encuentra ubicado en un amplio valle, por lo cuál una vez salimos de la ciudad, comenzamos la subida de las montañas que lo rodean. Se trata de una subida por estrechos senderos ciclables y que no se hacen demasiado duros y que nos van deleitando con bucólicas imágenes de una Asturias muy verde. A medida que continua la subida, el sendero ciclable se convierte en una trocha repleta de piedras que nos hacen bajarnos de las bicis para continuar a pié. Tras una pequeña caminata llegamos a lo mas alto de unas colinas desde donde se divisa un magnifico valle, adornado por un sol resplandeciente hasta ahora oculto por unas nubes que no han dejado de manar agua. Lo que nos queda hasta Grado, es una sucesión de subidas y bajadas que en ocasiones nos obligan a bajarnos de nuestros vehículo y que en algunas ocasiones nos hacen pisar el asfalto.
Una boda en el Camino
El románico es una permanente en el Camino
1ª ETAPA; Oviedo-Salas ( 45 km y 7 horas)
Comenzamos el viaje y lo hago con unos dolores en la espalda que comenzaron nada mas llegar a tierras asturianas; está lloviendo y puede que ello influya en mi espalda. Oviedo se encuentra ubicado en un amplio valle, por lo cuál una vez salimos de la ciudad, comenzamos la subida de las montañas que lo rodean. Se trata de una subida por estrechos senderos ciclables y que no se hacen demasiado duros y que nos van deleitando con bucólicas imágenes de una Asturias muy verde. A medida que continua la subida, el sendero ciclable se convierte en una trocha repleta de piedras que nos hacen bajarnos de las bicis para continuar a pié. Tras una pequeña caminata llegamos a lo mas alto de unas colinas desde donde se divisa un magnifico valle, adornado por un sol resplandeciente hasta ahora oculto por unas nubes que no han dejado de manar agua. Lo que nos queda hasta Grado, es una sucesión de subidas y bajadas que en ocasiones nos obligan a bajarnos de nuestros vehículo y que en algunas ocasiones nos hacen pisar el asfalto.
La primera parte de la etapa transcurre por sendas boscosas
En el Camino primitivo predominan los paisajes frondosos
Llegamos a Grado empapados por el agua caída a primeras horas de la jornada y entre eso y el creciente dolor de espalda estoy hecho una piltrafa. Aurora se encarga de ir a comprar provisiones para hacer unos bocatas que nos papearemos sentados en un banco de una plaza de Grado (me duele tanto que casi no puedo estar de pié). En Grado hay albergue pero decidimos continuar hasta Salas. Salimos de la población y comenzamos con una larga subida, para darnos cuenta a la media hora de que nos hemos equivocado de camino. Nos hemos dado la paliza para nada pero al menos no tendremos que seguir subiendo. Nos equivocamos, pues resulta que la ruta correcta es una subida muchisimo mas dura y larga. Esta durísima subida, transcurre por un carril pavimentado que atraviesa unos bonitos prados y que en determinados momentos nos obliga a bajarnos de las bicis, debido a los descomunales desniveles que tenemos que salvar. Llegamos al final de la subida para comenzar una técnica bajada por caminos de tierra y tras atravesar estrechas veredas llenas de enormes ortigas que se ensañan con nuestras piernas, llegamos a una pequeña y bonita aldea cuyo nombre no recuerdo. En esta aldea paramos a echar unas cervezas y a visitar una bonita iglesia románica en la cuál se esta celebrando una boda. No creo que a los novios les hiciera ninguna gracia ver como dos tipos vestidos con ropa de ciclismo barata salen en todas las fotos de su boda, por lo cuál, cuando nos empiezan a mirar con mala cara, decidimos quitarnos de en medio. Estoy seguro de que cada vez que nos vean enmarcados y sonrientes, en lo que se supone que es un día especial para ellos, se acordaran de nosotros y probablemente de toda nuestra familia...
El interior del templo
El románico es una permanente en el Camino
Esos somos nosotros
Tras una costalada y perdernos varias veces, llegamos a Salas empapados y muertos de frio. En salas hay albergue, cuyas llaves hay que recoger en un bar, pero debido a mis fuertes dolores de espalda, decidimos pernoctar en un hostal ubicado en una antigua casa de indiano junto a la iglesia del pueblo y que nos sale a 10 pavos por barba. Cenamos en un local frente a una especie de castillo-parador, donde tienen menú peregrino que nos cuesta unos ocho euros y que está fenomenal.
2ª ETAPA: Salas-Pola de Allende ( 44 km y 8 horas)
Amanezco hecho unos zorros y me desayuno con un descafeinado y una ensalada de antiinflamatorios y relajantes musculares adquiridos en la farmacia. El día comienza con una larga subida entre un bosquecillo por una senda técnica pero ciclable en su mayoría, mientras un pequeño riachuelo nos acompaña a nuestra derecha. La primera parte de la jornada transcurre por zonas en las que abundan las subidas, si bien estas no son demasiado duras y transcurren por zonas de fácil ciclabilidad. Pasamos por varias localidades en la que no paramos sino para tomar unas cervezas y cuando queremos comprar algo para comer, no encontramos donde. Seguimos sin comer por zonas duras y escarpadas, pasando por algunos lugares absolutamente idílicos que nos llevan hasta Borres. En borres nos informan que para superar el durísimo "Puerto del Palo" existen dos opciones: la primera es coger la ruta de los antiguos hospitales de peregrinos que al parecer es de gran belleza pero algo menos dura o la segunda que consiste en llegar a Pola de Allende y subir íntegramente el Puerto del Palo. Llevo un año escuchando a mi compañero Titanlus (antes curraba en una tienda de pinturas), hablar de este mítico puerto de montaña y no quiero perdérmelo, por lo que decidimos escoger esta ultima opción.
Un alto en el Camino
Se pasa por lugares idílicos
Un alto en el Camino
Se pasa por lugares idílicos
El Camino Primitivo está perfectamente señalizado
Antes de llegar a Borres
Partimos de Borres para continuar por una zona cómoda y de gran belleza, que poco a poco nos llevará a la parte final de la etapa, la cuál es tremendamente dura. Comenzamos con una larga subida por terreno rural que nos llevará a "La Mortera". Seguimos en dirección al Puerto de Porciles, para lo cuál, una vez hemos ascendido al alto anterior, bajamos de nuevo a lo más profundo de un estrecho valle por zonas sombrías y cubiertas de barro, para de nuevo comenzar el ascenso al Puerto de Porciles por zonas durisimas, en las que tenemos que bajarnos de nuestras bicis, desmontar las alforjas para subir primero estás y mas tarde las bicis, al ser imposible el ascenso de otra forma, debido a la enorme complejidad del terreno. Llegamos a la cima del puerto, donde paramos a recuperar el resuello en un bonito bareto donde sellamos nuestra credencias. El siguiente puerto a ascender sera el "Puerto de Lavadoira". Brevemente el ascenso comienza por asfalto, donde coincidimos con otros cicloperegrinos. Estos continúan el ascenso por carretera, mientras nosotros, que seguimos el trazado oficial del Camino, descendemos de nuevo por terreno imposible a lo mas profundo de otro angosto valle, para comenzar el ascenso a este ultimo puerto desde lo mas profundo del lugar. Bajo como una bala por terreno muy pendiente y lleno de piedras y barro. Al final de la pronunciada bajada veo un riachuelo que pretendo atravesar aprovechando la enorme velocidad que llevo. Llego al rio y lo atravieso hasta la mitad, donde la rueda delantera se mete en un agujero del cauce, saliendo despedido por encima del manillar y aterrizando en las frias aguas del riachuelo. Estoy cansado, mojado, pasmado de frio y dolorido de la espalda... Tras ascender a este ultimo puerto por terreno imposible en el que nos tenemos que bajar en varias ocasiones de nuestras maquinas, llegamos tras una larga y vertiginosa bajada a Pola de Allende.
Se pasa por zona boscosas muy espesas y salvajesAntes de llegar a Pola de Allende
En Pola de Allende
En Pola de Allende hay un acogedor albergue donde alojarse, sin embargo, es festivo y no encontramos ningún lugar donde comprar provisiones con lo que cenamos un menú en un bonito bar, donde además de ponernos morados de fabada, vemos a España ganar la eurocopa de futbol a Italia: campeones, campeones....!!!!
3ª ETAPA: Pola de Allende-Grandas de Salime (35 km y 9 horas)
En esta durisima etapa, tan solo nos salen 35 kilómetros en 9 horas, debido a la dureza e inciclabilidad de gran parte del terreno.
Salimos por la mañana temprano y al poco de dejar Pola de Allende comenzamos la subida al durisimo y mítico Puerto del Palo. Comenzamos montados en nuestras bicicletas, ascendiendo por sendas que a poco se van complicando hasta convertirse en veredas mas propias para cabras que para bicis, en las que tenemos que transitar con nuestras maquinas de la mano. Son veredas cubiertas de grandes piedras en las que hay tramos que prácticamente hay que ir levantando nuestras bicis sobre ellas. El ascenso se convierte en un enorme esfuerzo en que la paciencia es fundamental. La ruta nos saca a la carretera y por un momento albergamos la esperanza, de que tal vez el resto del ascenso lo realizaremos tranquilamente por asfalto. Nos equivocamos, pues la flechas amarillas de nuevo nos llevan por terreno imposible. Tras tres horas de enorme esfuerzo, llegamos al lugar mas emblemático del Camino Primitivo: "El Puerto del Palo".
Comienza la subida al durisimo Puerto del Palo
Rodar sobre la bici es imposible
Un pequeño puente en el ascenso
Las pendientes se suavizan y anuncian el final del puerto
Por fin tras tres horas de ascenso
En el puerto
Caballos salvajes nos reciben en el puerto
Hemos culminado la principal dificultad montañosa del día y nos la prometemos muy felices, pero nos equivocamos. Casi a continuación del Puerto del Palo, viene el ascenso a Montefurado, donde en mitad de ninguna parte se alza una pequeña aldea abandonada, cuyo origen se remonta a un hospital de peregrinos. El ascenso es penoso y lento, debido a que se debe transitar por estrechas y complejas veredas no aptas para las bicis. Poco después, parece que el terreno se hace mas humano, llegando a Berducedo, para poco mas tarde sellar nuestras credenciales en el albergue de La Mesa, donde conocemos a un italiano que debe de estar mas loco que una pandereta. Nada mas salir de La Mesa, nos espera una durisima cuesta asfaltada de unos cuatro kilómetros que nos llevará al inicio de una larguísima, trepidante y técnica bajada tras la que llegaremos a la presa de Grandas de Salime. Hasta Grandas queda otro ascenso, que aunque suave y asfaltado, castiga aun mas nuestras cansadas piernas-
En Grandas de Salime paramos a pernoctar en su flamante y recién estrenado albergue.
La paliza que nos ha dado esta etapa ha sido descomunal...
El embalse de Grandas de Salime
Hacia Grandas
EL PEREGRINO PIADOSO
Cuando uno para a pernoctar en los albergues de peregrinos, en ocasiones se tiene la oportunidad de conocer a personas sumamente interesantes, pintorescas u originales. Es una de la principales razones que nos lleva a este tipo de alojamientos, aparte de las pelas, ja,ja,ja..... Viajar de hoteles, le quita al Camino toda la sustancialidad que aportan las personas que en él nos encontramos, haciendo el viaje mas aseptico y carente de emociones.
Nada mas llegar al precioso albergue de Grandas de Salime, en el acto me fije en dos elementos que conversaban entre ellos. Uno lucia melena y barba larga al estilo del Jesucristo de las pelis y vestía con una equipación del Real Madrid, mientras que el otro lucía ropajes medievales, entre las que destacaba una larga y parda capa, cubierta de bandas multicolores de las que gastan los tunos en sus ropas. Mientras descargaba mis alforjas, les escuché como hablaban acerca de como espesar la sangre de los peregrinos a base de vino y cosas por el estilo. El del Real Madrid, se acercó con una botella de dos litros de coca-cola en las manos y se sentó junto a nosotros, al tiempo que rompía el silencio explicándonos como él era incapaz de irse a dormir sin tener una botella de cola junto a su cama: una lastima que poco antes lo viéramos vaciar la coca-cola en el fregadero, para llenar la botella de vino tinto. También nos habló de sus aventuras por los Caminos de Santiago y de como hacía años, una insolación del mes de agosto estuvo a punto de llevárselo de este mundo mientras hacía la Vía de la Plata. Prosiguió hablándonos de infinidad de temas religiosos y piadosos como la fé, los mandamientos etc, etc,..... En un momento dado y tras ponerse sumamente serio, con su acento medio asturiano medio gallego, nos dijo:
-¡¡¡ Pobrecitu Jesus, con lo buenu que era y la que liaronle los romanus...!!!
A lo que sin pensármelo dos veces le dije:
-Menos mal que ayer nos vengamos de ellos ganándoles la eurocopa (el día antes, España había ganado la final de la eurocopa de futbol a Italia)
El peregrino piadoso se quedó callado y serio, y tras mirarme perplejo durante unos segundo, esbozó una tímida sonrisa tras captar la broma y se marchó a su litera cargado con la botella de dos litros de coca-cola, llena de vino tinto. Una lastima que cuando a la mañana siguiente me desperté, el peregrino piadoso ya se había marchado, no pudiendo averiar como le había ido a la famosa botella y a su contenido...
4ª ETAPA: Grandas de Salime- Cádavo Baleira (52 km y 8 horas)
Amanecemos hechos autenticas piltrafas, como consecuencia de la paliza que ayer infligimos a nuestros pobres cuerpos. Mi espalda se debe de preguntar si es que la debo dinero o algo así, debido a los esfuerzos que la estoy obligando a hacer, y ella se venga en forma de dolores: ¿a ver quien aguanta mas de los dos...?
Nada mas empezar y tras un corto trayecto llano, comienza el Puerto del Acebo... Lo vamos subiendo muy poquito a poco, calentando paulatinamente nuestros anquilosados tendones y músculos y ya en su cima, volvemos a estar de nuevo en forma.
En la cima del Puerto del Acebo, nos encontramos con uno de los lugares mas entrañables y pintorescos del Camino Primitivo: se trata de "La Taberna Dos Ventos". Esta taberna, recuerda a la famosa "Taberna de los Cuatro Vientos",descrita por Alberto Vazquez Figueroa en algunos de sus libros, donde relata como en la misma se reunían gran parte de los conquistadores del Nuevo Mundo, para compartir diversión, inquietudes y aventuras. La Taberna que ahora nos ocupa, "Taberna Dos Ventos", está justo en la cima de un puerto de montaña en la frontera física entre Asturias y Galicia y por supuesto aquí nunca falta el viento y los peregrinos. En este entrañable lugar de paredes forradas de madera y recuerdos, se reúnen los viajeros tras el esfuerzo de la ascensión, con el fin de calentar sus ateridos cuerpos con algo caliente, sellar las credenciales y por supuesto, dar y recibir un poco de conversación.
Aurorita en el Puerto del Acebo
En la puerta de "La Taberna Dos Ventos"
Acabamos de dejar Asturias y ya circulamos por tierras Gallegas. El trayecto a Fonsagrada es relativamente cómodo, por amplios caminos de tierra y tan solo antes de entrar en esta población, una no muy larga pero dura cuesta, nos pone los corazones a mil. En Fonsagrada nos preparamos un bocata, no sea que nos pase lo que ayer y nos quedemos sin comer. Al poco seguimos nuestra marcha para por terreno dificil y ascendente llegar a un alto donde se encuentran las bien conservadas ruinas de un antiguo hospital de peregrinos. Tras curiosear en su interior y viajar mentalmente a la edad media por unos instantes volvemos a la ruta.
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Llegamos al alto y a las ruinas del vetusto hospital de peregrinos
Se encuentra bien conservado
En el interior de la antigua edificación
Seguimos nuestro camino, ahora por una técnica y larga bajada que nos lleva hasta un magnifico lugar de evocador nombre: "Paradabella". Paradabella es un lugar en ninguna parte a unos tres kilómetros de una pequeña aldea, donde un simpático argentino huyendo del bullicio de Palma de Mallorca (donde residía desde hacía años) y de su exmujer, decidió reformar un antiguo edificio para convertirlo en mesón y tal vez con el tiempo en albergue. Este lugar rezuma la paz y tranquilidad que nuestro vivaracho argentino estaba buscando y tras una agradable conversación y un bocata de atún con aceitunas verdes continuamos nuestro camino.
En Paradabella
Reponiendo fuerzas
Seguimos el trayecto por zonas duras, donde en mas de una ocasión tenemos que echar pié a tierra. El camino se va endureciendo cada vez más, hasta tener que circular por zonas demenciales para el ciclismo donde utilizamos mas los pies que los pedales, para por fin llegar a A Lastra. Pasamos por esta localidad, para seguir hasta Fontaneira por terreno en ascenso que transcurre por bonitos bosque de altos pinos. En Fontaneira tengo una seria caida, donde a punto estoy de fracturarrme un tobillo, pero eso no me impide llegar hasta Cádavo Baleira, pasando antes por un bonito bosque donde abundan los pinos.
Cádavo Baleira
Nada mas llegar a Cádavo, nos dirigimos a su flamante albergue el cuál está lleno, obligándonos a pernoctar en una fonda existente junto a este y que tiene un precio razonable.
5ª ETAPA: Cádavo Baleira- Ferreira (61 km y 8 horas)
Salimos de Cädavo a primeras horas de la mañana y como fantasmas avanzamos entre la niebla, mientras una leve lluvia poco a poco nos va calando hasta los huesos. Comenzamos una dura subida para ascender a las estribaciones existentes sobre el pueblo. La subida poco a poco va suavizando para dar paso a un espectacular bosque de coníferas que nos sumerge en un ambiente irreal: tras la lluvia se alza la bruma sobre los bosques, vistiendo la vegetación con un sudario vaporoso que nos traslada a un sueño. Comenzamos una larga y bonita bajada entre la floresta, que hace que devoremos los kilómetros para casi sin darnos cuenta llegar a la monumetal ciudad de Lugo.
El verde paisaje gallego
Comenzamos subiendo por asfalto para al poco comenzar los caminos de tierra
El verde paisaje gallego
Comenzamos subiendo por asfalto para al poco comenzar los caminos de tierra
Lugo cuenta con un magnifico albergue donde sellamos nuestras credenciales, sin embargo, tras comer algo seguimos nuestro camino.
La catedral de Lugo
Otra perspectiva de la catedral
Salimos de Lugo y el camino hasta San Román de Retorta es bastante cómodo, sin dificultades orograficas dignas de mención. En San Román existe un famoso miliario romano (replica del que se encontró), que señaliza una calzada romana que pasaba por esta zona, además de una curiosa iglesia romanica.
En esta pequeña aldea podemos escoger entre dos opciones para seguir nuestro camino: seguir por una calzada romana o continuar por el trazado del Camino Primitivo (señalizado por las celebres flechas amarillas). Elegimos esta segunda opción, para llegar a la aldea de Ferreira, junto a Puente Romano. Es aconsejable llevar provisiones para la cena, por la dificultad de encontrarlas en estos lares.
Camino de Ferreira
Ahora transitamos por cómodos caminos
EL ALBERGUE DE FERREIRA
Pasamos Puente Romano, para llegar a una pequeña aldea llamada Ferreira. Allí está ubicado un magnifico albergue privado, el cual, por unos 10 euros te ofrece comodidades que para sí quisieran muchos hoteles. Se trata de bonito edificio pintado de blanco, que más parece estar ubicado en tierras andaluzas que en la lluviosa Galicia, estando regentado este por una familia de valencianos que te harán sentir como en casa.
6ª ETAPA: Ferreira-Santiago de Compostela (75 km y unas 9 horas)
Salimos del agradable albergue de Ferreira con una lluvia que nos acompañará gran parte de la jornada. Comenzamos alternando los tramos de asfalto con los caminos llenos de barro, mientras pasamos por alguna pequeña aldea. En ocasiones nos hundimos hasta los tobillos mientras circulamos con las bicis de la mano. Avanzar se hace bastante pesado debido a la lluvia, al barro y a los tramos no ciclables de la ruta. Por suerte empezamos a ganar altura, pasando por una labranza en la que tenemos que tener cierta precaución en no terminar en el menú del día de dos enormes mastines que nos gruñen con cara de pocos amigos. A lo lejos, sobre un alto, vemos una linea de molinos eólicos, al tiempo que ascendemos por una trocha de cabras, mientras los molinos se van quedando a nuestra izquierda. Llegamos al punto donde la subida comienza a descender por una larga pero tendida bajada. Al poco llegamos a Melide, empapados y pasmados de frio.
Ascendiendo antes de llegar a Melide
El agreste y salvaje Camino Primitivo
En Melide comemos y calentamos un poco nuestros helados y castigado cuerpos: me duele terriblemente la espalda. Salimos de Melide, para enlazar desde esta población con el Camino Frances. Una vez en este, se nota notablemente la mayor afluencia de peregrinos. Tras sellar en el albergue de peregrinos, seguimos bajo una lluvia inmisericorde, por un camino mucho mas apto para las bicis que todo lo anteriormente recorrido. Pasamos por lugares entrañables que nos suenan de cuando hicimos el Camino Francés. Estamos muy cansados pero decididos a llegar a Santiago a la hora que sea, al fin y al cabo, el camino es ancho y ciclable, aunque los últimos kilómetros se hacen agotadores debido a los continuos repechos que tenemos que superar. Son las ocho de la tarde cuando llegamos a Santiago de Compostela... Seguimos pedaleando hasta la Plaza del Obradoiro, y justo al pasar bajo uno de los soportales que dan acceso a la celebre plaza, alguien comienza a entonar música con su gaita. Musica de gaitas, bajo la lluvia gallega en la Plaza del Obradoiro: PURA POESIA...
En un albergue cerca de Arzúa
En la Plaza del Obradoiro
EN SANTIAGO
En Santiago de Compostela, permanecemos un día de descanso hasta tomar el bus, que como ya dijimos, por recorrer unos 300 kilómetros, nos cobraran como si hubiésemos viajado en el mismísimo Titanic o en el Concorde, y que nos llevará de regreso a Oviedo con el fín de recoger mi coche. Una vez en Oviedo, aprovechamos otro día de pernocta en su albergue para visitar la preciosa "Iglesia Románica de Nuestra Señora del Naranco" (una autentica joya del románico asturiano), para al día siguiente finalizar el viaje.
Ntra. Sra. del Naranco
Otra perspectiva
Ntra. Sra. del Naranco
Otra perspectiva
Iglesia de San Miguel de Lillo
EL FINAL DEL VIAJE
Si alguien me preguntara por las impresiones sacadas del viaje, sin duda le respondería que el mismo estuvo marcado de principio a fin por el enorme dolor de espalda (secuelas de una reciente cirujía en la misma) que me tuvo todo el viaje doblado como una alcayata y moviéndome como un anciano achacoso. Pero si algo he aprendido a lo largo de estos años, en los que constantemente me han perseguido todo tipo de lesiones, es que mi vida es tan imprevisible y cambiante que tan pronto puedo estar en la cima de una montaña rebosando optimismo como a los pocos meses encontrarme en cama sin poder andar y sumido en la miseria. Por todo ello, por lo que el futuro pueda depararme, he aprendido a agarrar las oportunidades al vuelo. El Camino Primitivo fue una de esas oportunidades que pese a todo me resistí a dejar escapar. Creo firmemente que este tipo de experiencias son la sal de la vida, y al fin y al cabo: ¿QUE ES LA VIDA SIN UN POCO DE SAL...?
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